
IRONICO Y DIVERTIDO MODO DE PONERLE COLOR A UN LAMENTABLE MOMENTO QUE ATRAVEZÓ LA INSTITUCIONALIDAD QUILMEÑA…
Entre la vuelta del tranvía que evoca gloriosas épocas de la ciudad de la rivera que acaba de cumplir su aniversario Nº 342; una prensa todavía obsecuente al anterior jefe comunal y al actual ministro de justicia que no desaprovecha ninguna ocasión para pegarle a la figura del jefe comunal –con o sin razón- bajo el lema que los inspira: “miente, miente que algo quedará…” y una suma de acciones y ansias de estrellato y protagonismo de algunos funcionarios, los quilmeños asistimos a una lamentable pantomima.
Aunque en esta oportunidad la prensa no ha mentido. Bien se han ganado a la cantidad de bromas, quejas y disgustos que han producido las marchas y contramarchas del consejo deliberante.
Un desabrido coctel que nuevamente deberá beber cada quilmeño.
Pareciera ser que dentro de la administración Gutiérrez se pusieron de moda las renuncias que nunca se concretan, salvo por el caso de Alberto López, quien fuera en su momento Subsecretario de Comercio. El edil Arguello, el director de Emergencia Social, Pablo Lenz; la Subsecretaria de desarrollo social, Graciela Gómez, el Auditor Municipal, Sergio Pintos y algunos de menor trascendencia que alargan por varios la lista de los que solo han amagado.
La gota que derrama el vaso…
Sin embargo el clima se enrareció con la crisis que se advirtió semanas atrás con la acción separatista de Ricardo Oli Arguello, que al abrir su propio bloque manifiesta el descontento común que suena en los pasillos y en los barrios contra uno de los mas cuestionados funcionarios: Claudio “Cabezón” González. En fin esto no sería suficiente como para detenerse a escribir estas líneas sino fuese por el condimento que acaba de agregarle Jorge Molina quien es responsable de revivir aquello de “honorable consejo delirante”
Hace poco más de un año, haciendo una siestita de la vida política el actual presidente del H. C. D. descansaba placidamente haciendo vida domestica. Nadie lo tenía en la agenda. Salvo el entonces diputado Francisco Gutiérrez. En fin…
Sin la gimnasia que hasta ahora se le ha demandado y con su elevada y característica autoestima jugo a ser la estrella de la comarca, pero como diría el popular Homero Simpson “ouch” todo salio mal…
Argumentando que no deseaba pagar el costo político (aunque no lo pago para ocupar ese cargo) de ser el impulsor del proyecto ejecutivo de aumentar las tasas sometió a la gestión a un cimbronazo y deberá pagar el costo del ridículo del cual dicen en mi barrio que nunca se vuelve.
Los perros del hortelano
El concejal José Migliacho que iba a ser y no fue, resultó como el más fortalecido de todo este río revuelto, ya que despunto como el hombre de confianza y natural sucesor en la cadena política de mandos. Hasta últimas horas del miércoles era el sucesor a la presidencia del H. C. D., pero el celo y la impotencia de muchos de sus pares que no daban con el targets actuaron como el famoso perro del hortelano: no come ni deja comer…
En fin ya durante los primeros minutos del jueves Molina volvía como el aquel que se va sin que lo echen… Sin que lo llamen… Habiendo intentado presionar al poder ejecutivo pidiendo la cabeza del Secretario de Hacienda, Alejandro Tozzola (para poder ocupar su cartera, según los trascendidos) y especulando con que le rogarían su regreso tubo que dar marcha atrás.
Por difícil que parezca explicarlo, hay algunos saldos positivos toda esta odisea.
Según los chinos, de donde se remontan los orígenes de la palabra Crisis, esta tiene dos raíces que la componen: Cambio y oportunidad. Los cambios están dados por nuevos actores y protagonistas de la escena política quilmeña. La hilacha que algunos han mostrado y las actitudes que permiten saber un poco mejor quien es quien en la historia de Quilmes. Por otro lado como hemos señalado desde el primer numero de Quilmes 7, el jefe comunal tiene una buena oportunidad de hacer a tiempo los ajustes necesarios en al tropa.
Datos trascendentes.
El aumento de las tasas es una impopular pero necesaria tarea que dejo pendiente el anterior intendente, quien logro evitarla aplicando dos sencillos métodos: por un lado, abundante dinero nacional que le aseguraba su patrón político por entonces Ministro del Interior, sin contar ATLs que también le propinaba Fernández, y en segundo termino dejando un importante de deuda en las arcas del municipio.
Entre la vuelta del tranvía que evoca gloriosas épocas de la ciudad de la rivera que acaba de cumplir su aniversario Nº 342; una prensa todavía obsecuente al anterior jefe comunal y al actual ministro de justicia que no desaprovecha ninguna ocasión para pegarle a la figura del jefe comunal –con o sin razón- bajo el lema que los inspira: “miente, miente que algo quedará…” y una suma de acciones y ansias de estrellato y protagonismo de algunos funcionarios, los quilmeños asistimos a una lamentable pantomima.
Aunque en esta oportunidad la prensa no ha mentido. Bien se han ganado a la cantidad de bromas, quejas y disgustos que han producido las marchas y contramarchas del consejo deliberante.
Un desabrido coctel que nuevamente deberá beber cada quilmeño.
Pareciera ser que dentro de la administración Gutiérrez se pusieron de moda las renuncias que nunca se concretan, salvo por el caso de Alberto López, quien fuera en su momento Subsecretario de Comercio. El edil Arguello, el director de Emergencia Social, Pablo Lenz; la Subsecretaria de desarrollo social, Graciela Gómez, el Auditor Municipal, Sergio Pintos y algunos de menor trascendencia que alargan por varios la lista de los que solo han amagado.
La gota que derrama el vaso…
Sin embargo el clima se enrareció con la crisis que se advirtió semanas atrás con la acción separatista de Ricardo Oli Arguello, que al abrir su propio bloque manifiesta el descontento común que suena en los pasillos y en los barrios contra uno de los mas cuestionados funcionarios: Claudio “Cabezón” González. En fin esto no sería suficiente como para detenerse a escribir estas líneas sino fuese por el condimento que acaba de agregarle Jorge Molina quien es responsable de revivir aquello de “honorable consejo delirante”
Hace poco más de un año, haciendo una siestita de la vida política el actual presidente del H. C. D. descansaba placidamente haciendo vida domestica. Nadie lo tenía en la agenda. Salvo el entonces diputado Francisco Gutiérrez. En fin…
Sin la gimnasia que hasta ahora se le ha demandado y con su elevada y característica autoestima jugo a ser la estrella de la comarca, pero como diría el popular Homero Simpson “ouch” todo salio mal…
Argumentando que no deseaba pagar el costo político (aunque no lo pago para ocupar ese cargo) de ser el impulsor del proyecto ejecutivo de aumentar las tasas sometió a la gestión a un cimbronazo y deberá pagar el costo del ridículo del cual dicen en mi barrio que nunca se vuelve.
Los perros del hortelano
El concejal José Migliacho que iba a ser y no fue, resultó como el más fortalecido de todo este río revuelto, ya que despunto como el hombre de confianza y natural sucesor en la cadena política de mandos. Hasta últimas horas del miércoles era el sucesor a la presidencia del H. C. D., pero el celo y la impotencia de muchos de sus pares que no daban con el targets actuaron como el famoso perro del hortelano: no come ni deja comer…
En fin ya durante los primeros minutos del jueves Molina volvía como el aquel que se va sin que lo echen… Sin que lo llamen… Habiendo intentado presionar al poder ejecutivo pidiendo la cabeza del Secretario de Hacienda, Alejandro Tozzola (para poder ocupar su cartera, según los trascendidos) y especulando con que le rogarían su regreso tubo que dar marcha atrás.
Por difícil que parezca explicarlo, hay algunos saldos positivos toda esta odisea.
Según los chinos, de donde se remontan los orígenes de la palabra Crisis, esta tiene dos raíces que la componen: Cambio y oportunidad. Los cambios están dados por nuevos actores y protagonistas de la escena política quilmeña. La hilacha que algunos han mostrado y las actitudes que permiten saber un poco mejor quien es quien en la historia de Quilmes. Por otro lado como hemos señalado desde el primer numero de Quilmes 7, el jefe comunal tiene una buena oportunidad de hacer a tiempo los ajustes necesarios en al tropa.
Datos trascendentes.
El aumento de las tasas es una impopular pero necesaria tarea que dejo pendiente el anterior intendente, quien logro evitarla aplicando dos sencillos métodos: por un lado, abundante dinero nacional que le aseguraba su patrón político por entonces Ministro del Interior, sin contar ATLs que también le propinaba Fernández, y en segundo termino dejando un importante de deuda en las arcas del municipio.
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